La llegada del concepto del take away en el mundo del café supuso un cambio radical en la concepción de dónde se bebe y cómo. Tradicionalmente las cafeterías eran el recinto para pedir y beber in situ el café, independientemente de si lo hacíamos sentados, de pie, dentro o fuera.
LOS VASOS TÉRMICOS
Los primeros cafés para llevar nacieron con la llegada de los vasos desechables, salvando los primeros retos que surgieron, como precisamente el factor térmico. Y no solo hablamos de la conservación del calor del café, si no también de la concepción del packaging para que fuese ergonómico en el transporte, que no se derramase, o que no nos quemase cuando se servía casi hirviendo.
La revolución de los vasos térmicos
Una vez cumplida la funcionalidad para la que fueron creados, los vasos térmicos evolucionaron para convertirse en un elemento de diseño, personalizados, reciclables o concebidos para evitar los desechables y por ende reducir la contaminación.
Los nuevos materiales empleados en los vasos térmicos, como el acero inoxidable han permitido que se reduzca el uso de los vasos de cartón, y que podamos contar con un envase duradero y de alta calidad.
Además, los materiales empleados sirven para tener las bebidas más tiempo frías o calientes, o para que el tacto gomoso haga más agradable y seguro el agarre del recipiente. De hecho el mejor acero inoxidable de grado alimenticio 18/8-304 es empleado por los mejores fabricantes de vasos térmicos.
Los fabricantes prescindieron así de materiales como el BPA, el Bisfenal A, una sustancia química considerada nociva, especialmente cuando se altera la temperatura del envase.
Del mismo modo la innovación tanto en los materiales como en la tecnología ha logrado que el tiempo de conservación de la temperatura se pueda extender. Otro aspecto que se ha trabajado es la estanqueidad para evitar fugas de calor o de frío.
Hay diferentes medidas, siendo las más habituales las que tienen capacidad de 350 ml o medio litro.
Beneficios de los vasos térmicos
Los envases térmicos son aptos para todo tipo de bebidas, no retienen ni emites ningún sabor u olor, y no se produce la condensación de otros envases plásticos.
Además los envases térmicos se lavan fácilmente, eso sí, solo lavados a mano, no en lavavajillas ni para uso en el microondas.
Otra ventaja de los vasos térmicos es que son -normalmente- respetuosos con el medio ambiente ya que se reduce la cantidad de residuos de los vasos desechables.
